domingo, 13 de diciembre de 2009

Naturaleza(s)

Según Descola, la naturaleza es una construcción social, que depende de la cosmovisión y categorización de cada cultura. Para entender su funcionamiento, hay que tener en cuenta otras clasificaciones no occidentales, basadas en diferentes formas de identificación, relación y categorización.

Los modos de identificación definen las fronteras entre lo humano y lo no humano y podrían distinguirse 3 tipos: totémico, animista y naturalista. En los sistemas totémicos, los no humanos son tratados como signos, mientras que en los animistas son vistos en función de la relación de humanos con no humanos. El modo de identificación occidental sería el naturalista, y se basa en la creencia de que las leyes naturales explican todo lo que ocurre en el universo.

La concepción animista puede ser recíproca (indios tukanos: deuda constante con lo que la naturaleza les da), de rapacidad (jíbanos de Ecuador y Perú: no humanos iguales a las personas, como en sistema recíproco, pero no intercambio ni deuda con naturaleza), o de protección (la protección de lo no humano asegura beneficios).

El reconocimiento social de las cosas, por otra parte, depende de principios clasificatorios (taxonomías) basados en principios de semejanza (metáfora y metonimia) y en las combinaciones de esquemas categóricos de humanos/no humanos. Sin embargo, la visión que se tiene de la naturaleza no está generalmente representada en un corpus teórico, sino que se hace ‘visible’ gracias a los rituales y actitudes cotidianas, donde la cosmovisión que organiza las relaciones entre lo humano y lo no humano subyace en cada sociedad.

En conclusión, nuestra visión dualista del universo no es, según Descola, un paradigma universal y único, con lo que nuestro modelo de percepción no puede ser impuesto sobre otras cosmovisiones. De ahí la importancia de la Antropología simbólica.

Temas de interés

¿Se puede entender el mundo de forma global a través de la exploración de cada cosmovisión? ¿Hay una verdad absoluta? ¿Si no, qué sentido tienen las matemáticas, entonces?

Contradicción: Si no hay formas de conocimiento y percepción universales, ¿cómo puede ser que haya patrones de representación que si que lo sean? ¿Comó contribuirá el conocimiento de esos patrones universales a una mejor comprensión de la diversidad no humana?

¿Todo puede ser percibido, clasificado, conocido, o hay ‘cosas’ que aun se nos escapan?

Si cada cultura interpreta el mundo a su manera, para entender mejor el universo, ¿hay que basarse más en la ciencia o en la creencia? ¿Es la ciencia, entonces, otra creencia?

Comentario para la asignatura de Antropología Ecológica.
13/12/09.
Fuente: DESCOLA, P.; PÁLSSON, G. (coord.) (2001) “Construyendo naturalezas: Ecología simbólica y práctica social” en Naturaleza y sociedad. Perspectivas antropológicas. México, Siglo XXI. pp. 101-123.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo puede ser percibido, clasificado y conocido... siempre y cuando partamos de aquello que seamos capaces de percibir y procesar.

Nuestros ojos no captan los rayos X o los rayos gamma, mientras que nuestros oidos no nos permiten decodificar las ondas de radio. Para eso usamos prótesis.

Entonces... nuestro punto de vista es tan sólo una prótesis? somos "nosotros" quienes vemos lo que nos rodea? o "nosotros" es una prótesis más? Y... si es una prótesis, quien hay ahí, detrás de mi prótesis?